El gesto arquitectónico se va a basar en lo que un espacio puede otorgarle a un arquitecto. Ya sea lo que esté pueda crear, mejorar o diseñar en el. Pero este gesto va a ir más allá de lo superficial. Siempre buscando añadirle un sentido cultural y humanístico. Por otra parte, conflige un debate ante este gesto, de que si lo funcional es mejor o lo estético.
Ahora bien, muchas de las estructuras que apreciamos diariamente tienen un significado o algo que las hace especial. El mayor propósito al momento de crear estas ideas es que a las personas les gusten ¿Cómo se logra esto? Sencillo, conectando con las sociedades y culturas que habitan en el espacio a utilizar. El gesto arquitectónico busca hacer que las personas se sientan cómodas con lo que ven y utilizan. Por ejemplo, no convendría construir un templo católico en una comunidad donde todos son budistas. Por eso es muy importante saber cómo utilizar el espacio de manera correcta. Siempre simpatizando con las sociedades y lo humanístico.
Aquí es donde se ve las diferencias de un arquitecto y un ingeniero. Pues, este primero busca crear una conexión a través de sus diseños, mientras que el ingeniero ve más por lo técnico. Existe ese debate que si lo funcional es mejor que lo estético. Diría que ambas son muy importantes, pero lógicamente siempre tiene que ser algo funcional. Para eso están los arquitectos, para añadirle ese toque especial a las obras. Hacen que se pueda ver estético, pero ser funcional a la vez.
Todo se va a basar en saber unir estos dos polos, que pareciera que son opuestos. Pero la realidad es que ambos pueden ir muy a la mano. Claramente se ve porque el gesto arquitectónico va a ser muy importante para las sociedades y culturas. Pues, gracias a este podemos admirar creaciones auténticas y dignas del ser humano. Muchas de las cuales pasaron a ser históricamente importantes.
Comentários