Una de las cosas más interesantes de la arquitectura es que esta no tiene un orden establecido a la hora de construir. Es como la moda, que cada vez evoluciona y se crean diferentes estilos. Con esto me refiero a que la monotonía no existe aquí, siempre va a ver un detalle que va a hacer la pieza arquitectónica diferente.
Un perfecto ejemplo para explicar esto es la ropa. Pensemos en la camisa casual de manga larga, todas tienen la misma forma, pero sabemos que no todas son iguales. Esto se debe a cada una tiene un elemento o estilo diferente. Cada marca tiene su estilo, ya sea: moderno, clásico, elegante, vintage, etc. Pues, esto mismo pasa en la arquitectura cada trabajo va a tener un ornamento y estilo único.
Añadido a esto cabe recalcar que la arquitectura se encuentra en constante cambio. Es como el arte, que en cada época fue diferente y revolucionario. Que como se sabe son: el impresionismo, surrealismo, abstracto, etc. De esta misma manera ocurre con la arquitectura, incluso el arte influye bastante en ella y viceversa. En la arquitectura tenemos diferentes estilos que son: gótico, románico, barroco, neoclásico, etc. Y cada uno pertenece a épocas distintas que en su momento dado se consideraron estas ideas como revolucionarias.
Por lo que la arquitectura no es solo crear una “caja” y poner cosas o personas a dentro. Esta profesión se trata también de moda, estilo y diseño. Ya que estas últimas mencionadas son las que hacen a la arquitectura, les dan armonía a las obras. También las que hacen que una estructura sea identificada de cierta manera.
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